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La leyenda del “Niño del violinista” del Panteón del Carmen

El Panteón del Carmen de Monterrey es uno de los más antiguos de Nuevo León y no sólo eso, también es uno de los más destacados del norte de México por el arte mortuorio que ahí se encuentra.

Inaugurado en 1901, este cementerio cuenta con esculturas y mausoleos de suma belleza. Una de las obras que más destaca se encuentra a escasos metros de la entrada principal y la capilla, es la figura de un niño con violín.

Esta escultura se encuentra en la tumba de Gregorio Alanís González, joven músico originario de Santiago, Nuevo León, quien murió en 1908 a los 13 años de edad.

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A Gregorio le fue inculcado el amor por la música desde muy pequeño. Su dedicación en la práctica del violín lo volvió un virtuoso de ese instrumento a pesar de su corta edad, lo cual llenó de orgullo a sus padres Ramón Alanís y Manuela González.

Desafortunadamente, su vida se vio truncada al parecer por la temible tuberculosis.

Como era de esperarse, su fallecimiento provocó un hondo dolor a sus padres.

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Doña Manuelita y Don Ramón decidieron honrar la memoria del pequeño Gregorio inmortalizándolo a través de una escultura, la cual colocarían en su tumba.

Para ello contrataron a artistas de primer nivel para que materializaran la figura de su hijo y qué mejor que con violín en mano. El resultado es impactante, la estampa de”Goyo” (en tamaño real) sorprende a los visitantes, ya que se encuentra cerca del corredor principal del cementerio.

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En torno a esta escultura se dice que por la madruga se llegan a escuchar los tristes acordes de un violín ejecutados con suma maestría y sentimiento, los cuales provienen directamente desde la cripta de Gregorio.

Incluso hay quien asegura haberlo visto caminar entre las tumbas y mausoleos.

7 historias de terror más impactantes de Monterrey

Te presentamos las 7 historias de fantasmas más representativos de la Zona Metropolitana de Monterrey.

1.- Casa de Aramberri

Es tal vez el caso más conocido de historias de fantasmas en Nuevo León. Tiene su origen en un macabro asesinato ocurrido en la casa localizada en la calle de Aramberri, casi esquina con Diego de Montemayor.

El crimen ocurrió el 5 de abril de 1933, día en que fueron atacadas en ese domicilio la señora Antonia Lozano y su hija Florinda, quienes fueron salvajemente golpeadas, violadas y posteriormente asesinadas, por Gabriel, un sobrino de la fallecida y otros cómplices.

A partir de ahí, se comenzó a detectar actividad paranormal en la casa: gritos inexplicables, sombras y presencias extrañas comenzaron a ser percibidas por vecinos y gente que pasaba por el lugar, el cual aún permanece en pie, pero totalmente bloqueado para evitar el ingreso de curiosos.

2.- Casa de los tubos

La llamada Casa de los Tubos se encuentra en la colonia Contry, en los límites de Guadalupe con Monterrey. Su particular estructura es la que le da nombre a esa construcción que muchos consideran maldita.

Cuenta la leyenda que esta casa quedó en “obra negra” debido a una terrible tragedia ocurrida ahí: una niña que usaba silla de ruedas murió al caer por una de las rampas que se construyeron en el interior.

A partir de ahí se han reportado gritos y la presencia de sombras y el fantasma, tal cual, de la niña fallecida. Hoy en día la casa fue vendida de nueva cuenta y está siendo remodelada.

3.- Enfermera de la Clínica 25

El Hospital del IMSS número 25 guarda varias historias de terror, la más conocida es la de una enfermera que se aparece en varias partes de nosocomio.

Hay quien dice haberla visto justo dentro del ascensor, subiendo a veces al abandonado piso número 10.

Aunque también se han relatado varias experiencias paranormales de trabajadores, pacientes y familiares, quienes aseguran haber visto sombras, personas que desaparecen o han escuchado voces y otros ruidos extraños.

4.- Niño del Violín del Panteón del Carmen

El Panteón del Carmen de Monterrey es uno de los más antiguos y bonitos del norte de México, resaltando varios mausoleos y esculturas que ahí se encuentran, destacando la del “Niño del Violín”.

Se trata de una escultura en la que se plasma la figura del niño Gregorio Alanís, quien murió el 13 de agosto de 1908 a la edad de 13 años. El joven Gregorio era un virtuoso del violín, por lo que al morir decidieron sus padres que fuese inmortalizado por un escultor con ese instrumento.

Cuentan varias personas que por las noches se escucha un violín cerca de la tumba, como si el pequeño amenizará las madrugadas de sus vecinos de tumba.

5.- Las aparecidas de la curva de La Pastora

Cuenta la leyenda que un grupo de adolescentes acudió a las faldas del Cerro de la Silla de excursión, dos chicas se separaron del grupo y terminaron siendo violadas y asesinadas en extrañas circunstancias.

A partir de ese día varios automovilistas aseguran ver en esa curva cercana al Parque La Pastora a las dos muchachas, penando de madrugada.

6.- Fundidora

El Parque Fundidora es, tal vez, el lugar más cargado de “energías extrañas”. Los investigadores de lo paranormal lo achacan a la gran cantidad de personas que murieron durante los casi 100 años que duró activa la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey.

Entre las historias que más se han escuchado al respecto está el avistamiento de personas vestidas con la ropa que solían usar los trabajadores de la antigua fundidora: casco, zapato industrial y pantalón y yompa de mezclilla, ¡caminando de madrugada!

De igual forma, trabajadores del lugar mencionan haber visto fantasmas de niños en el área de la Escuela Adolfo Prieto, así como sombras y gritos en la Nave Lewis y en las áreas de museo.

7.- Parque Alamey

El Parque Alamey es un sitio que durante mucho tiempo fue considerado como maldito, debido a un estrujante asesinato de una joven mujer.

Tras el crimen, en el lugar se percibía un ambiente negativo y se escuchaban gritos, lamentos y se veían sombras. Incluso algunas personas aseguran haber captado el en fotografías el fantasma de la joven asesinada.

Durante mucho tiempo el parque estuvo abandonado, hasta que ahí se construyeron las instalaciones de la Policía de Monterrey.