Río Santa Catarina: el gran refugio de aves en Monterrey

El río Santa Catarina está vivo. Ha sobrevivido a los desastres naturales y a la contaminación.

De hecho, después del impacto del huracán “Alex” este río tuvo un renacimiento, convirtiéndose ahora en un ecosistema rico, que acoge a varias especies y flora que parecerían inimaginables para una ciudad como Monterrey.

Dentro de estas especies animales sobresalen la cantidad y diversidad de aves que han convertido a este lugar en su refugio temporal o como su hogar.

Garza, foto de Observadores de Aves del Río la Silla.

De acuerdo con la plataforma “NaturaLista”, en el río Santa Catarina se ha documentado la presencia de al menos 73 especies de aves de diverso tipo, incluyendo algunas que realizan un largo viaje desde Canadá hasta Monterrey.

Aves acuáticas en el Río Santa Catarina

Garza ganadera, Natualista

Aunque muchos no lo imaginan, en este río abundan aves acuáticas que se han asentado ahí desde hace muchos años.

Entre este tipo de aves se encuentran una gran variedad de garzas, patos, cercetas, pelícanos, ibis, pijijies, zambullidores, gallineta, gallareta, avoceta y playeros.

Foto: Observadores de aves del Río la Silla A.C.
Ibis ojos rojos, Naturalista

Aves rapaces

Milano cola blanca, Naturalista

En la zona del río Santa Catarina tambien se encuentran diversas aves rapaces, tales como el caracara, zopilote, águila pescadora, águila cola roja, aguililla gris, milano cola blanca, entre otras.

Caracara

Otras aves

Tordo sargento

En este río también abundan otros tipos de aves, algunas de ellas de suma belleza.

Destacan la presencia de cardenales, dominicos, mirlos, colibríes, papamoscas, cenzontles, chipes, bienteveos, martín pescador, palomas, gorriones, chachalacas y algunas especies más.

Chipe corona negra

El río Santa Catarina se niega a morir

En Monterrey estamos viviendo una profunda crisis ambiental en todos sentidos, incluyendo la contaminación del aire y también la contaminación de ríos y mantos acuíferos.

Ante esto debemos actuar desde nuestras trincheras, tomando consciencia del problema para evitar contribuir al impacto al medio ambiente.

Pero también debemos alzar la voz y exigirle a las autoridades que hagan algo para contrarrestar la situación.