Parque Fundidora, de industria a espacio recreativo

Cerca del centro de Monterrey se encuentra un espacio sui generis que ha adquirido fama no solo local, sino nacional e incluso internacional: el Parque Fundidora.

Este espacio de áreas verdes, culturales y recreativas surge tras la clausura de la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey.

Esta empresa, la primera en su tipo en Latinoamérica, operó de 1900 a 1986.

El 11 de marzo de 1988 se efectúa la expropiación de los terrenos, con la finalidad de que se construya ahí un parque y museo, y después se creó el fideicomiso para el arranque del proyecto.

Así se comenzó a realizar un análisis para determinar qué instalaciones dejar y cuáles retirar, para que la esencia de Fundidora no se perdiera y la gente conociera su legado.

Se construyeron un un hotel, un centro de conversiones, un auditorio, se adecuó el Parque de Béisbol Acero y la Escuela Adolfo Prieto, así como algunas de las oficinas para adaptarlas para la Cineteca y el Centro de las Artes.

Con el paso del tiempo el Parque Fundidora se fue convirtiendo en un paseo de gran tradición, tanto para hacer deporte, efectuar actividades culturales o simplemente para realizar un paseo en familia.

Posteriormente se creó el Museo del Horno Alto y la Arena Monterrey.

A esto se agregó el Paseo Santa Lucía, uno de los proyectos urbanos más importantes de los últimos años de Monterrey.

Así, la oferta de actividades de este parque ha ido creciendo al albergar también una gran cantidad de festivales musicales y eventos diversos.

Actualmente tiene una extensión de 144 hectáreas, en las que hay 2 lagos, 80 hectáreas de áreas verdes, 23 fuentes de agua, 16 naves, 27 macro estructuras y 127 piezas de maquinaria y herramientas de la Fundidora.