Iglesia no tiene dinero para comprar terreno del Uro: Arzobispo

Ante el conflicto que se presentó con un particular por la propiedad del terreno en donde se encuentra la iglesia de los Sagrados Corazones de Jesús y María, el arzobispo Rogelio Cabrera pidió al propietario del mismo que les regale el terreno.

“Sea quien sea el dueño, esperamos que nos permitan continuar ahí en nuestro espacio. Nosotros no podríamos comprarlo, el precio en la zona es altísimo, no tendríamos el dinero por eso pido a las partes en conflicto, cualquiera que sea el dueño, que haga una tregua con nosotros y nos lo regale”, declaró Cabrera.

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La principal preocupación para la iglesia, señaló el arzobispo, es el destino de los nichos en los que se encuentran los restos de decenas de personas.

“Lo que queremos asegurarles a los deudos es que en el caso de que no pudiéramos arreglar el conflicto y tuviéramos que regresar los espacios que dicte el juez ,porque ninguna de las partes acepta la controversia, nosotros tendríamos que buscar el lugar adecuado para llevar las cenizas y los restos de las personas que están ahí”, señaló el arzobispo.

El origen del conflicto en la Iglesia del Uro

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El pleito legal por el terreno en el que se encuentra la iglesia de San Charbel, como también es conocida, data de 1994, año en el que se inició un juicio civil por la propiedad, sin embargo fue hasta hace unos días cuando un juez determinó que parte del predio del templo le corresponde a una persona identificada como Carlos Mayer.

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“Desde 1994 iniciamos un juicio civil y ya tenemos resoluciones que estamos ejecutando, desde hace dos años la iglesia fue notificada y con argucias legales entorpecieron la ejecutoria. Finalmente el Juez dijo que ya no había manera de detenerlo y es lo que estamos haciendo”, señaló Mayer, quien desde el 22 de julio tomó la parte del terreno que le corresponde, “partiendo en dos” la iglesia a través de una línea pintada en el suelo, así como cinta amarilla y otros objetos.

Ante esto, el Gobierno estatal ya logró mediar la situación de manera temporal, al llegar a una tregua de 6 meses con la firma de un comodato, con el que Carlos Mayer autoriza el uso del inmueble para fines religiosos.