El “ventarrón” de Monterrey de 2008

La mañana del martes 18 de marzo del 2008 todo parecía normal. Se sentía un aire ligeramente fresco, propio de esos días previos a la llegada de la Primavera.

Estábamos en víspera de Semana Santa y de repente, como a las 10:00 horas algo comenzó a causar temor entre los regiomontanos: fuertes rachas de viento comenzaron a soplar en la ciudad, pero estas corrientes de aire eran distintas, algo no andaba bien.

La corriente eléctrica y líneas telefónicas se vieron afectadas por el aire y todo se volvió un caos, mientras una densa capa de polvo se levantó en toda la zona metropolitana de Monterrey, aquello parecía el Apocalipsis.

En total 330 mil hogares se quedaron sin luz, los semáforos dejaron de funcionar, se cayeron 964 árboles, 515 anuncios panorámicos, 320 postes y hasta torres de alta tensión.

La Línea 1 del Metro tuvo que interrumpir operaciones.

128 vehículos resultaron dañados, incluso hubo camiones de carga que fueron volcados por la fuerza del “ventarrón”.

En total este fenómeno dejó daños por cerca de 100 millones de pesos.

Desafortunadamente no hubo un saldo blanco, ya que dos personas perdieron la vida y 14 más resultaron lesionadas.

Cabe señalar que este fenómeno también se dejó sentir en Zacatecas, Veracruz, Coahuila y Chihuahua.

Y de repente, así como llegó, el “ventarrón” se fue.

Nadie supo cómo explicar este fenómeno que trajo vientos mayores a los 120 kilómetros por hora, en lo que se conoció en su momento como el “Martes Negro” y permanece como uno de los días más raros (por llamarle de alguna forma) en la historia de Monterrey.